MANOLO VALDÉS 2024
Manolo Valdés aborda con igual dominio y maestría las disciplinas de la pintura y la escultura. Ellas cruzan sus discursos, se enriquecen entre sí; sin discrepancias, conservan la calidad iconográfica y técnica que define su trabajo. Con la escultura, el artista remueve igualmente las bases tradicionales conceptuales y técnicas, alcanzando la solución conceptual original de crear una imagen escultórica a partir de la imagen pictórica. Nos devuelve el oficio desde nuevas perspectivas de creación y relación con el material. El manejo de los recursos le permite dibujar en tres dimensiones, liberar a la madera y el bronce de la rigidez y dureza. No se trata de ilustrar en tres dimensiones, sino de generar una escultura que se comporta como sus pinturas y responde a sus propias pautas: con las mismas texturas, grietas, flexiones. Utiliza maderas verdes, bronce, hierro, plomo, raíces que vuelve jirones.
Las pinturas de Manolo Valdés se ubican en el contexto de trabajo con las imágenes de la historia del arte. En ellas destacan las conexiones internas, revelaciones y complejidades de su lenguaje. Valdés selecciona piezas rotundas y complejas, cuya calidad plástica y nitidez expresiva le permiten replantearlas dentro de su propio vocabulario y con un repertorio de materiales austeros, que otorgan nuevas dimensiones a la lectura de las imágenes del arte y a la interpretación de la pintura misma. El artista construye un espacio nuevo como detonante de nuevas relaciones pictóricas. El realismo y minuciosidad de los detalles se ven ahora convertidos en texturas, superficies, molduras y materias que llevan a pensar la creación de un lenguaje que recupera la sombra, la huella más profunda de sus personajes.
En ellas se construye una interesantísima atmósfera de relación entre lo clásico y lo contemporáneo. Valdés es, ante todo, un constructor de imágenes.
María Luz Cárdenas.