SANTIAGO CÁRDENAS 2021

Santiago Cárdenas es una figura muy interesante y original de las artes plásticas de América Latina. La construcción de un idioma único, la coherencia y destreza en el dominio de los recursos plásticos, el rigor y seriedad de su compromiso con la pintura, la dimensión profunda en sus enfoques al tema del objeto; dan como resultado un trabajo meditado y sabio, conceptualmente difícil de encasillar. Por encima de cualquier presión para adoptar corrientes o estilos, ha definido su obra bajo una reinterpretación inteligente y sagaz de los sistemas de representación de la cotidianidad. Por ese motivo, eleva el mundo de lo común y los objetos a un acto trascendente y reflexivo de transgresión pictórica que designa una nueva naturaleza del acto de pintar inscrita una especie de memoria cultural, una antropología pictórica, que concibe a la representación como un proceso de pensamiento y no un mero trabajo de imitación.  Sus aportes se extienden a la inserción de un marco conceptual consistente dentro de la comprensión y ejecución de la pintura como hecho pictórico.

Esta exposición reúne un conjunto de once pinturas y tres dibujos cuya lectura recorre los principales problemas que desarrolla el artista en el campo de construcción del objeto. Se ubica en zonas poéticas que juegan permanentemente en los bordes del realismo y la abstracción, de la verdad y la ficción. Hay en las piezas una concluyente distancia de la anécdota, un alejamiento de la narración. Cárdenas replantea la técnica del trompe l’oeil (engaño al ojo) como una vía de acceso al pensamiento. Su propósito no es engañar al ojo ni copiar milimétricamente la realidad, sino sacudir el pensamiento: hacer pensar al espectador, socavar la percepción tradicional y reconstruir la estructura del campo pictórico. Su obra se caracteriza por la presencia de atmósferas texturadas, luces y sombras que rodean el espacio de los objetos y los desplazas hacia el campo de lo simbólico, lo imaginario y lo ficticio para llegar a una realidad pictórica más compleja, con lecturas que se renuevan a cada contacto con la obra. La pintura se transforma en un proceso reflexivo, plástico e histórico al mismo tiempo. 

En la pintura, el mundo tridimensional pasa a ser una representación de dos dimensiones y eso ya implica una transformación. La realidad actúa en tres dimensiones y la pintura funciona en dos dimensiones. Por eso, el resultado jamás será algo “idéntico”, ni siquiera una copia. Será “otra cosa”. La pintura es “otra” realidad.  Es una abstracción de lo real. El pintor debe crear la ilusión del plano y allí, al trasladar lo tridimensional a un plano bidimensional, ya opera un ejercicio de abstracción. La idea no es ver un cuadro sino un objeto”.

Hay colores con los que no puedes pintar, por ejemplo, una marina. Esto define la decisión del color.  Hay que saber alcanzar el color de las cosas, porque, si no, se ven falsas. La gente piensa que el color es amarillo, azul y rojo.  El color es mucho más complejo que los colores primarios”.

Santiago Cárdenas