JEAN ARP
(1886 – 1966 )
Nació en Estrasburgo en 1886. Fue presentado bajo el nombre alemán de Hans. Durante años vivió con su familia en Lucerna, donde desarrolló gran parte de su actividad creativa. Es precisamente en Suiza donde fundó el movimiento “Der moderne Bund”, grupo de artistas modernos de 1911 que reflexionaba sobre su entorno. En esa época expuso en la galería Der Sturm de Berlín, foco de un recién nacido expresionismo germano. Se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Estrasburgo, en la Escuela de Arte de Weimar, Alemania; así como en la Escuela Julian de París. Arp al igual que Klee, Matisse o Picasso, mezclan las últimas tendencias de Francia y Alemania. En Munich conoció a Kandinsky, lo que vino a reforzar su tendencia a un arte no representativo y solitario.
La Primera Guerra le sorprendió en la capital francesa, donde solía frecuentar a Modigliani, Picasso y Apollinaire. Arp era ciudadano alemán en esa época, algo que complicó su situación. Por eso decide trasladarse a Zurich donde conoció a Sophie Taeuber, que sería su musa e inseparable compañera en el arte, hasta que un triste accidente los separó. Cambió luego su nombre de Hans a Jean, cuando decidió asumir la ciudadanía francesa que heredó de su madre.
En la Suiza de 1916, junto a Hugo Ball, Tristan Tzara y Richard Huelsenbeck, fundó el movimiento dadá, que tenía como centro de operaciones el Cabaret Voltaire, un círculo literario y artístico cuyas manifestaciones cuestionaban abiertamente el orden establecido por una burguesía, a la que responsabilizaban de la guerra. El movimiento promueve la liberación de la fantasía y la puesta en tela de juicio de todos los modos de expresión tradicionales.
Dos de las actividades más interesantes del dadaísmo fueron, por un lado, la investigación sobre el origen de la forma, y por otro, la defensa y promoción del arte abstracto. Arp se aproximó a los estudios geométricos de Mondrian y van Doesburg, miembros del grupo De Stijl, pero también se inspiró en las formas orgánicas que le brindaba la naturaleza. Su pretensión última era poner fin a los lenguajes figurativos institucionalizados y hacer de la creación artística un acto estético puro. El pastor de nubes, su fina escultura de bronce ubicada en la plaza del Rectorado de la Universidad Central de Caracas, es una de sus obras más insignes. Fue condecorado con el Gran Premio de Escultura de la Bienal de Venecia, en 1954. Falleció años después en Suiza, en 1966.
Más información en: www.fondationarp.org