Arman
Su obra está presente en las calles de diversas ciudades. En París apiló decenas de relojes en frente de una estación de tren. En New Orleans, construyó un obelisco de chelos como tributo al activista de derechos humanos y chelista puertorriqueño Pablo Casals. En Cheonan, Corea del Sur, unió 999 ejes de carros, en 100 capas que alcanzan los 20 metros, como símbolo imponente de esperanza. En Beirut, amontonó toneladas de carros de combate en la plaza de los Mártires.