UMBERTO MARIANI
(1936 – )

Mariani nació en Milán, Italia. Es un artista italiano contemporáneo conocido por su exploración única de la percepción, la interacción de luz y sombra y la textura en sus obras. A lo largo de su carrera, Mariani ha trabajado principalmente en el ámbito de la pintura y la escultura, desarrollando un estilo distintivo centrado en la manipulación del pliegue y la ilusión de la tela, un recurso artístico que ha utilizado de manera innovadora y continua.
Mariani estudió en la Academia de Bellas Artes de Brera, una de las instituciones más prestigiosas de Italia. Fue allí donde desarrolló su técnica y comenzó a explorar el arte figurativo y conceptual. En sus primeros años, estuvo influenciado por el arte clásico, el Renacimiento y los movimientos modernistas del siglo XX, aunque su obra pronto se alejó de las representaciones convencionales y empezó a centrarse en el minimalismo y el estudio de las formas.
El aspecto más característico de la obra de Mariani es el uso del pliegue, que comenzó a utilizar a mediados de los años 60. Inspirado por los drapeados de las esculturas clásicas y la interacción entre la luz y la sombra en estas formas, Mariani creó una serie de obras que imitan el pliegue de telas y tejidos. Sin embargo, sus telas no son reales, sino que están hechas con diversos materiales como el plomo y la pintura acrílica, creando un efecto de ilusión tridimensional.
En las décadas de 1980 y 1990, Mariani comenzó a experimentar con el plomo como su material principal, una elección que reflejaba tanto la pesadez física como la carga simbólica del material. El plomo, un metal opaco y denso, permite a Mariani trabajar en la creación de volúmenes, pliegues y texturas que atrapan y juegan con la luz de manera única. Estas piezas, a menudo monocromáticas, tienen una presencia escultural y desafían la percepción del espectador al presentar superficies que parecen maleables pero que son rígidas. El arte bizantino y la iconografía ortodoxa constituyen su principal inspiración de Mariani, en palabras del propio artista: “en el arte bizantino, las formas tenían un valor puramente simbólico y el color poseía significados de un idealismo absoluto. La idea de espiritualidad tiene un significado y un valor exclusivos”. Sus drapeados que remiten a estas pinturas y mosaicos no tienen un sentido descriptivo ni realista, sino simbólico.
A lo largo de su carrera, Mariani ha jugado con la simbología oculta y la abstracción. Muchas de sus obras incorporan símbolos y formas geométricas, como cruces, círculos y triángulos, que se ocultan entre los pliegues de sus composiciones. Estas referencias son sutiles y invitan al espectador a descubrir significados ocultos bajo la superficie aparente.
La obra de Umberto Mariani ha sido exhibida en importantes galerías y museos de todo el mundo. Ha tenido exposiciones individuales en ciudades como Milán, Roma, Nueva York y Londres, y su obra forma parte de colecciones públicas y privadas en Europa y América. Su estilo único y su enfoque en la interacción entre forma, luz y material lo han consolidado como una figura importante en el arte contemporáneo. A sus más de 80 años, Umberto Mariani sigue siendo un artista activo y continúa produciendo obras que desafían las convenciones y exploran nuevas formas de percepción visual. Su legado reside en su capacidad para transformar materiales comunes en obras de arte que invitan a la contemplación y la interpretación, combinando la herencia del arte clásico con un enfoque contemporáneo y conceptual.