Axo 66 (2136) – 1969

Acrílico sobre panel

41,18 x 24,72 in

104,6 x 62,8 cm

Tridim M – 1968

Acrílico sobre tela

77 x 50,98 in

195,6 x 129,5 cm

Kirakoum – 1985

Óleo sobre tela

51,18 x 38,18 in

130 x 97 cm

Hondo – 1960/1961

Acrílico sobre madera

47,63 x 38,18 in

121 x 97 cm

Primer artista Op Art

Comenzó a estudiar medicina en su país, pero al cabo de dos años dejó la carrera. Se sentía interesado por el arte abstracto y por la escuela de Muheely, fundada en Budapest por un alumno de la Bauhaus. Le atrajeron Mondrian y Mallevich, al tiempo que investigaba sobre astronomía. A principios de 1930 se trasladó a París donde trabajó como grafista. En la capital francesa desarrolló su primer trabajo de grandes dimensiones, Zebra, que se considera hoy en día la primera obra de Op Art. Un trabajo que realizó por su fascinación por la imagen del patrón lineal.

Vasarely desarrolló un modelo propio de arte abstracto geométrico.Estudi[o pintura en la Podolini-Volkmann Academy. Durante este tiempo, se preocupó en leer trabajos científicos, absorviendo los planteamientos de Einstein, Heisenberg, Bohr y Wiener.

Para el artista, las matemáticas y la física habían superado los límites de lo que podía ser explicado y esto lo llevó a la idea de construir un lenguaje artístico que podría revelar visualmente el espíritu de estos planteamientos. “Las dos manifestaciones creativas del hombre, el arte y la ciencia, se reúnen de nuevo para formar una construcción imaginaria que está en sintonía con nuestra sensibilidad y conocimiento contemporáneo”, solía repetir Vasarely.

A lo largo de su carrera fue reconocido con el premio Guggenheim (1964), con el Caballero de la Orden de la Legión de Honor (1970) y con la Medalla de Oro en la Trienal de Milán, entre otros.

Victor Vasarely siempre mostró un gran interés por hacer que el arte no fuese exclusivo, sino que se abriese a la mayoría y accesible a todos. Con ese objetivo fundó, en 1970, el Museo Didáctico que lleva su nombre en el castillo de Gordes, y en 1975, la Fundación Vasarely en Aix-en-Provence. En su Manifiesto Amarillo, en el que recoge sus ideas sobre el arte junto con otros artistas, Vasarely dejó escrito que «no podemos dejar indefinidamente el disfrute de la obra de arte sólo a la élite de conocedores. El arte del presente se encamina hacia formas generosas, recreables a placer; el arte del mañana será un tesoro común o no será».

Murió en París el 15 de marzo de 1997.