Pedro Fermín, artista venezolano, inició el año con una nueva propuesta expositiva en la Galería Freites. Las piezas están realizadas en hierro pintado, ellas forman parte del trabajo actual del artista y se encuentran en sintonía con algunas obras hechas anteriormente. En su totalidad son diez piezas y se encuentran ubicadas en planta baja.
Romboide 05072021 2021 Hierro pintado 99x99x46 cm, 99x99x46 cm, 99x99x46 cm
Pedro Fermín aborda a través de sus esculturas un estudio sobre el espacio como objeto. El lenguaje plástico de este artista se nutre de los fundamentos formales y estilísticos heredados de la abstracción geométrica y el constructivismo con el predominio en sus piezas de las formas geométricas que revelan la relación ambigua entre la obra y el espacio.
«En perfecta coherencia con su concepción, Fermín introduce, además, un aspecto dúctil en sus trabajos. Las piezas, hechas en hierro o aluminio, están sometidas a un tratamiento técnico que las hace parecer flexibles. Los segmentos se curvan pausadamente y las obras lucen sometidas al viento a una fuerza etérea, invisible».
Katherine Chacón
Además de esta exposición, también podrán contemplar piezas del maestro Edgar Sánchez con su exposiciónEl otro rostro donde sus retratos han permanecido en las perspectivas de su pintura como un capítulo recurrente de acción. Así como la exposición de Santiago Cárdenas que sacude el pensamiento del espectador.
La Galería Freites se encuentra ubicada en la avenida Orinoco de Las Mercedes. El horario es de lunes a viernes de 9:00 am a 3:30 pm. La entrada es libre y cuenta con todas las medidas de bioseguridad.
Para más información se podrán comunicar a través del correo electrónico contacto@galeriafreites.com
La escultura es una disciplina difícil, que exige un compromiso esencial, y Gaudí lo ha llevado con enorme fortaleza y rigurosidad. Su repertorio de especies híbridas, figuras antropomórficas feroces —pero a la vez familiares—, sus seres/fetiches que bordean el signo de la devoción y también de la ironía, permiten diferenciar su obra con un lenguaje muy personal e inconfundible.
Este catálogo acompañó la exposición antológica del artista, realizada en 2009. Es un aporte al conocimiento de una obra escultórica y pictórica de extraordinaria relevancia para Venezuela y América Latina. Al estudiar, exponer y promover la obra de Narváez, cumplimos no sólo con él y su legado, sino con esa historia de nuestra identidad nacional de la que es parte fundamental.
Consideramos a Narváez el gran escultor latinoamericano y bajo esos parámetros lo mostramos en esta exposición. Con la valiosa colaboración de la Fundación Narváez, emprendimos un cuidadoso trabajo de rastreo y ubicación de sus obras más representativas, a las cuales acompañamos con los aportes de tres visiones críticas de diverso signo: las de María Luz Cárdenas, María Elena Ramos y Juan Calzadilla.
Santiago Cárdenas y Jorge Stever son figuras claves en el afianzamiento de la pintura en sus más depurados aspectos conceptuales. Sobrepasan el dominio del oficio y la representación de lo real porque, para ellos, no se trata de copiar los objetos o engañar el ojo, sino de crear un espacio entre las fronteras del realismo y la abstracción.
Con el paso del tiempo, el arte de Santiago Cárdenas ha ido adquiriendo un cariz cada vez más reflexivo, que encarna en una pintura como contenida, que intenta borrar al máximo las huellas de su quehacer en el intento de asimilarse por completo a los objetos representados por medio de la mimesis, y que encuentra en ella placer estético, ese placer que, según Aristóteles, otorga la perfección en la imitación.
Por primera vez el público venezolano podrá tener acercamiento a la obra de Robert Indiana, uno de los más importantes representantes del Pop Art. La exposición y catálogo se realiza bajo una actividad colaborativa entre el Ateneo de Caracas y la Galería Freites en el año 2001. Se muestra solo un fragmento de su largo discurso artístico, cuya proyección ha trascendido, consolidándolo como uno de los creadores más universales del panorama artístico norteamericano de la actualidad.
Desde que realizó su primera muestra individual en Caracas en 1985, la obra de Pedro Fermín despuntó por su elegancia y por la rigurosidad de los planeamientos que la sustentan. Aunque el trabajo de Fermín se ha desarrollado bajo la influencia de las grandes corrientes de la abstracción geométrica y el constructivismo, el artista ha renovado estos lenguajes mediante una sabia y compleja utilización de los materiales, del análisis de las formas y del estudio del espacio.
Mr. Brainwash expresa un estilo muy propio al replantear la estética vinculada al Pop Art y al arte callejero y, en pocos años, su iconografía fresca y a la vez radical, lo ha destacado como un artista clave en su género. Luego de un esfuerzo conjunto, organizamos la presencia de su obra en Venezuela con una exposición compuesta por una selección de más de treinta y cinco piezas realizadas entre 2016 y 2022, que abarcan sus célebres pinturas sobre paredes de ladrillos, los lienzos con marcos salpicados de pintura, las pinturas con acrílico y medios mixtos, serigrafías, esculturas y latas de spray.
Manolo Valdés es un artista emblemático del arte contemporáneo y uno de los más representativos de la Galería Freites. Su primera exposición en nuestros espacios se realizó en junio de 1988, y desde entonces, hemos acompañado su trayectoria con admiración y respeto.
Manolo Valdés es un artista con aportes sustanciales para la creación contemporánea; es un creador de nuevos conceptos para entender el arte y contribuye con la incorporación de materiales no convencionales en la producción de la obra.
Obras monumentales de Manolo Valdés. En 2016 gracias a Galería Freites, Valdés estuvo en la Plaza Vendôme de París durante junio y noviembre de ese año. Valdés toma la inspiración de los objetos que le rodean y los incorpora a unas obras que beben de la tradición de la pintura española y de la historia del arte en general.
En Valdés no hay una escisión entre pintura y escultura, sino, al contrario, cruces, coincidencias y mutuos enriquecimientos tanto a nivel iconográfico como técnico.
En la Galería Freites desarrollamos un profundo interés por la obra del fotógrafo y escultor Liu Bolin (Shandong-China, 1973) debido a sus acentos estéticos en los aspectos políticos, antropológicos y sociales que asedian a la cultura contemporánea. Bolin incorpora sólidos elementos para profundizar el tema de los conflictos de la identidad en un contexto que tiende a la disolución y la represión.
Juan Asensio acude a las bases primarias del proceso creativo. Nos devuelve las fuentes de construcción de la belleza. Sabe llegar — con el mayor de los despojos, con los recursos más esenciales — a la médula de la emoción. Es un escultor de oficio e intensa poesía; de inconmensurable respecto por la piedra e inspirada comprensión de la geometría.
Santiago Cárdenas y Jorge Stever son figuras claves en el afianzamiento de la pintura en sus más depurados aspectos conceptuales. Sobrepasan el dominio del oficio y la representación de lo real porque, para ellos, no se trata de copiar los objetos o engañar el ojo, sino de crear un espacio entre las fronteras del realismo y la abstracción.
Con Jacobo Borges estamos ante un artista que ha desplegado su trabajo bajo la inspiración de la ‘obra de arte total’, que cruza los límites de la plástica, la literatura y el pensamiento, que trastoca las significaciones del tiempo y el espacio con una profunda comprensión del ser humano. Para la presente publicación hemos trazado un arco de estudio que cubre treinta años. Esta vez los comprendidos entre 1986 y 2016, organizados en doce estaciones de lectura
"EL COLOR EN UN OBSERVADOR DE HOJAS ASERRADAS Y BULBOS", compuesto por 40 piezas únicas, nos enseña una extraordinaria belleza que se conecta en nuestro interior con evocaciones de origen incierto pero hondamente arraigadas en nuestra memoria.
En 2005 Jacobo Borges comenzó el proyecto Sala con ventana al mar, que representa una de sus series más ambiciosas. Pinturas que nos muestran una ventana abierta al mar por donde pasan objetos, personas, fotografías, entre muchas otras cosas.
La pintura de Jacobo Borges de este período parece resolverse en términos antinómicos, en pares duales, de los cuales la puerta puede ser una metáfora altamente simbólica: obra-vida; naturaleza-historia; vida-muerte. A la vez, hay una doble reflexión que se da entre su pintura y el mundo: cada uno nutriéndose y, simultáneamente, alimentando al otro.
Con esta exposición Femando Botero regresa a Venezuela fortaleciendo los vínculos de una relación remontada a los inicios de su trayectoria, cuando comenzaba el ascenso al reconocimiento y popularidad que hoy imprimen un sello indiscutible a su carrera. La obra de Botero ha sido eruditamente reseñada por notables especialistas y, por ello, más que ofrecer al público un texto crítico sobre su obra proponemos, con esta publicación, brindar una lectura del artista a través de sus conexiones con Venezuela y muy específicamente con el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. Se trata de una interesante historia que debe darse a conocer entre las nuevas generaciones y se inscribe entre los propósitos institucionales de la Galería Freites el de recordar aquellos momentos históricos que, por su trascendencia, se convierten en modelos para armar los hitos que han marcado pauta de excelencia cultural en Venezuela.
El trabajo de Edgar Sánchez pudiera ser leído como una suerte de síntesis combinatoria entre su pasión central, la pintura, y una que va a la zaga, pero no muy lejos de la caravana principal: la arquitectura, en la medida en que acota los ámbitos en los que se realiza la acción del hombre. Casi toda la obra reciente está imantada por un color color naranja que remite a dos instantes límites: el amanecer o el ocaso. La atmósfera que determina estos espacios líricos está cargada de ambigüedad: no sabemos si se aproxima una catástrofe, si la calamidad ya ocurrió o si, simplemente, son seres humanos como atemporales que deambulan al atardecer.
Hay en Edgar Sánchez una deferencia por la pintura, por sus saberes, por su manera de crear ficciones, por su realidad alegórica alcanzada entre trazos y colores. Sánchez respeta este oficio de la ya larga convivencia, del ir conformando, sin prisa, una obra. Sabe cómo ser uno mismo, el pintor. Han pasado tendencias y modas, muertes anunciadas de la pintura y su trabajo se ha mantenido impermeable, ajeno a tanto ruido y vaivén. Porque sólo se ha nutrido de los incentivos esenciales: su voluntad humanística, su poder de autogeneración, su mirada hacia la historia del arte.
Donald Sultan diseñó una técnica inédita que reúne el modelado y la pintura con materiales industriales convencionalmente no utilizados en estos oficios para articular un lenguaje diferente en la representación de la naturaleza muerta, los bodegones, las frutas y las flores. La notable plasticidad de su trabajo, así como la manera de abordar los grandes y contrastados planos de color que le acercan a la abstracción, dominan una limpia e impecable propuesta con elevados valores contemporáneos. Este artista proporciona una visión completamente nueva con la que parece decirnos que el arte siempre ofrecerá maneras de pronunciar visualmente la palabra flor.
La presente exposición abarca las diversas etapas de la escultura de Baltasar Lobo, conformando una antología a la que el erudito y sensible ensayo de Kosme de Barañano da una peculiar y novedosa tesitura, al relacionar sus formas con la música y la poesía.
Baltasar Lobo Retrospectiva 1999
Baltasar Lobo fue un español por excelencia, que desarrolla su obra escultórica en Francia. Su nombre aparece estrechamente ligado con una serie de escultores modernos y universales que marcan con destacada proyección no solamente el ritmo de las formas, sino también la evolución de conceptos y contenidos escultóricos.
Con esta exposición se revisita la obra de Abigaíl Varela a través de un conjunto de esculturas de mediano y gran formato, realizadas entre 1988 y 2022. Las escalas de las obras seleccionadas juegan un papel importante y es uno de los desafíos que el artista ha resuelto acertadamente, favoreciendo en muchas de las piezas, un diálogo pleno con el paisaje natural.
En esta muestra de Abigaíl Varela de 2012, se presenta su obra reciente, con la que sigue reafirmando los valores que tradicionalmente se atribuyen a la escultura y que él hizo suyos: la paciente y perenne artesanía del modelado y de la fundición, el respeto a la organicidad de la materia y la inmemorial iconografía del cuerpo femenino.